Camarero BCN: ¿qué cualidades debe tener este profesional?

El éxito de un evento está atado a muchísimos factores que son evidentes: una buena comida, una decoración increíble, un salón espectacular, etc., pero más allá de estos elementos que saltan a primera vista, hay que tener en cuenta que todo comienza por la profesionalidad de las personas que dan la cara por el encuentro como, por ejemplo, el organizador o el camarero BCN.

En cuanto a esos profesionales que se dedican a servir a los clientes, es importante saber que de ellos depende la gestión de cualquier tipo de reuniones en las que estén presentes. Por este motivo, deben estar preparados para estas circunstancias, con una formación de primera calidad y un espíritu con vocación.

Probablemente, algunos vean este trabajo como una oportunidad de ganar dinero fácil y resolver una necesidad con rapidez; pero lo cierto es que un camarero es un personaje de gran importancia en las celebraciones, porque se convierten en un canal directo entre los recursos y las necesidades de los comensales.

De esta manera, son individuos imprescindibles que merecen una valoración positiva por parte de los homenajeados e invitados. Ahora bien, ¿cuál es la clave para ser un excelente camarero? ¿Cómo identificar al experto de las mesas que debería ser parte de tu evento especial? ¿Qué diferencia un camarero común de uno extraordinario? Conozca las cualidades relevantes que necesita este especialista que sueña con destacar:

• La tolerancia, la paciencia y la amabilidad: estos platos tienen que estar servidos a toda hora, puesto que quienes estén en el lugar lo esperarán.
• Está atento a los distintos escenarios: sin duda alguna, es indispensable que identifique los requerimientos básicos de las personas; sin embargo, siempre podrá dar un poco más de sí mismo, como recoger las botellas de vidrio o los envases PET para alimentos, con la idea de reciclarlos.
• Ofrece sugerencias, orienta y facilita soluciones ante los diversos casos: por supuesto, esto es algo que le apasiona y, por eso, se esmera en proponer ideas interesantes.
• No deja ni un detalle por fuera: entrega la cuenta en el instante oportuno, limpia y ordena con facilidad, da consejos y se involucra.
• Jamás tutea los clientes: el respeto nunca puede perderse. A menos que haya establecido un lazo previo y le permita ese trato.
• Conoce el menú con precisión: y esto es algo que ayuda a dar alternativas adaptadas a los gustos.
• Vigila las exigencias particulares: no descuida el área que corresponde y trabaja a la par de sus compañeros.

Y, por último, la pasión por el trabajo que hacen revela un deseo de ser mejor cada día. La entrega y las ganas por complacer a la gente es una realidad que despierta su espíritu. Por lo tanto, es una labor compleja que implica amor y compromiso.